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MATITIAHU 1 / El nacimiento Virginal Parte 2


Matitiahu 1:18: El nacimiento de Ieshua HaMashiaj fue así: estando desposada Miriam su madre con Iosef, antes que se juntasen, se halló que había concebido de la Ruaj HaKodesh.


2. Ieshua, hijo de una virgen


2.1. El significado de «virgen»

En el lenguaje de hoy, principalmente en el mundo católico, el concepto de virginidad está asociado principalmente a la integridad del himen que solo sería deshecho por una relación sexual. Así la iglesia romana declara que “Miriam es virgen antes, en y después del nacimiento de Jesús”, queriendo afirmar que concibió sin intervención varonil, que Jesús al nacer no rompió el himen sino que “pasó como el rayo del sol por un cristal sin romperlo ni mancharlo”, y que Miriam, posterior al nacimiento de Ieshua, jamás tuvo relaciones conyugales con su esposo Iosef.


En el mundo cristiano protestante y evangélico solo se sostiene la primera afirmación de que fue concebido sin intervención varonil.

Pero en el lenguaje tanto de los judíos griegos como de los hebreos, el término «virgen» se utilizaba de forma muy elástica. No se limitaba en modo alguno a indicar hombre o mujer sin experiencia sexual. La palabra griega podía incluir explícita o implícitamente este significado, o el énfasis principal podía recaer en la juventud de una muchacha o un muchacho y, en general, aunque no necesariamente, en su estado de soltería. (*1)


De hecho, inscripciones griegas (y latinas) encontradas en las catacumbas judías de Roma nos revelan que la palabra «virgen» podía aplicarse, incluso después de años de matrimonio, a esposa o esposo, implicando probablemente que el matrimonio en cuestión era el primero para él o ella. De una cierta Argentia, se dice que había vivido con su marido virgen durante nueve años; la mujer de Germano vivió con su marido virgen tres años y tres días. Se menciona también a Irene, virgen esposa de Clodio (*2).

 

1. G. Delling, TDNT V (1967), p.827 (citado por Geza Vermes). 2. R. J. Leon, The Jews of Ancient Roma (Jewish Publication Society, Philadelphia, 1960), pp. 130, 232, 274-5 (n.o 81), 299 (n. 242), 311 (n. 319) (citado por Geza Vermes).

 

Una imprecisión similar se manifiesta en la versión griega del Génesis, donde el griego virgen (parthenos) traduce tres palabras hebreas distintas: betulah =virgen, na'arah = muchacha y 'almah = mujer joven (*3) (*4).


En hebreo, bíblico y rabínico, el término betulah puede indicar virgo intacta. El Pentateuco describe a Rebeca como «una muchacha muy hermosa, una virgen que ningún hombre ha conocido». Los rabinos explican también que una virgen es una mujer «que nunca ha tenido relaciones sexuales» (*5).


Sin embargo, otro uso bien establecido de betulah no asocia virginidad con ausencia de experiencia sexual sino con incapacidad para concebir: virgen es la muchacha que no ha alcanzado aún la pubertad. Este tipo de «virginidad» no termina con la relación sexual, sino con la menstruación. Preguntando «¿quién es virgen?» los dos códigos rabínicos más antiguos, la Mishnah y la Tosefta, responden:


La que nunca ha visto sangre (de menstruación) aunque esté casada (*6).


La Tosefta, reflejando la doctrina del rabino Eliezer ben Hircano, de finales del siglo primero d.C., añade:


Llamo virgen a la que nunca ha visto sangre (de menstruación), aunque esté casada y haya tenido hijos, hasta que ha visto la primera manifestación (de menstruación) (*7).

 

3. Ver Génesis 24:16: “Y la doncella (r[' N] h: w; )(vehana´ara) (en griego parthenos parqen, oj) era de aspecto muy hermoso, virgen (hlW' tB)(betulah) (en griego parthenos parqen, oj) , a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía”, Génesis 24:43: “he aquí yo estoy junto a la fuente de agua; sea, pues, que la doncella (ha´almah hml' [. h; … en griego aparecen dos palabras thigateres y parthenos qugater, ej parqen, oj) que saliere por agua, a la cual dijere: Dame de beber, te ruego, un poco de agua de tu cántaro. En el resto de la Biblia, la Versión de los Setenta traduce betulah por parthenos. 4. Algunos sostienen que almah es una na´ará que todavía no ha menstruado, mientras que betulah es la na´ará que todavía no ha conocido varón.

5. Génesis 24:16; Tosefta Shebiit. 2:15. 6. Mishnah Nidah. 1:4. He aquí la cita entera: “¿Qué se entiende por virgen (betulah)? Aquella que jamás ha sufrido una menstruación, a pesar de que esté casada. ¿Qué se entiende por embarazada? Aquella en la que es perceptible ya la presencia del feto. ¿Qué se entiende por mujer que da de pecho? Aquella (que amamanta a su hijo) hasta el momento en que lo desteta. Si ha dado el hijo a una nodriza (para que lo amamante) o le ha quitado el pecho o ha muerto (el hijo), según R.Meir, propaga impureza desde las veinticuatro horas, con efecto retroactivo”. 7. tNid. 1:6.

 

El Talmud de Jerusalén va aún más allá:


¿Quién es virgen? Según la Mishnah, la que nunca ha visto sangre (de menstruación) aunque esté casada. - Se dice que ella es virgen aludiendo a la menstruación, pero no virgen respecto a la prenda de la virginidad. A veces se es virgen en este último aspecto pero no en el de lamenstruación (*8).

 

8 JNid. 49a.

 

2. 2. Matrimonio anterior a la pubertad


Una muchacha podía, como hemos visto, casarse y cohabitar con su marido, antes de alcanzar la pubertad (cuando se ovula y consecuentemente viene la menstruación). De hecho, parecen haberse dado con bastante frecuencia polémicas entre las dos principales escuelas rabínicas del siglo primero d.C., sobre de si una mancha de sangre la noche de bodas de una menor (es decir, virgen respecto a la menstruación) debería atribuirse a la ruptura del himen o a su primer período. La Casa de Shammai sigue la primera alternativa para sólo las primeras cuatro noches; la Casa de Hillel decidió lo mismo pero «hasta la curación de la herida»(*9).


Otra consecuencia de tal estado de cosas era que una muchacha podía concebir cuando aún era «virgen» respecto a la menstruación, es decir, en el momento de su primera ovulación. Podía así convertirse en una «madre virgen». De hecho, en el caso de que quedase embarazada una segunda vez antes de la menstruación podía ser, según afirma Eliezer ben Hircano ¡«madre virgen» de varios hijos!


Además, en un período en que los conocimientos fisiológicos eran rudimentarios la bendición suprema de la fecundidad se atribuía con toda naturalidad a Dios, la reacción ante acontecimiento tan insólito como el embarazo antes del anuncio de la pubertad, se consideraría intervención particularmente milagrosa del cielo.


Sin embargo, la consumación del matrimonio por menores no era bien vista por los que consideraban la procreación fin único del matrimonio. Por esta razón, los esenios que aceptaban el matrimonio, prohibían la cohabitación hasta después de que la muchacha hubiese menstruado tres veces y se hubiese mostrado apta para la concepción y capaz de ella (*10).

 

9. Mishnah Nidah 10: 1. Si una chica, que todavía no ha tenido nunca las reglas, se casa, dice la escuela de Shamai que se le han de conceder cuatro noches (si en las cuatro primeras noches que tiene relación sexual con el marido descarga sangre, esta sangre no se considera como sangre de menstruación, sino como la sangre no contaminante, de la desfloración). La escuela de Hilel dice: hasta que sana la herida (de la defloración) (es decir, hasta ese tiempo, el flujo de sangre se considera puro). Si le llega el momento del período y se casa, la escuela de Shamai dice que se le concede la primera noche (en la primera noche se considera la sangre como efecto de la desfloración y a partir de la segunda noche como efecto de la menstruación y, por tanto, contaminante). La escuela de Hilel, en cambio, afirma: hasta el término del sábado, cuatro noches (la vírgen se casaba habitualmente el miércoles). Si ya en casa de su padre había sufrido el período, la escuela de Shamai enseña que se le ha de conceder la cópula de obligación (la primera unión. En caso de que en la primera unión se desprenda sangre de la mujer, no se considera sangre de menstruación; sí, en cambio, en una segunda unión, aunque sea en la misma noche). La escuela de Hilel dice: toda la noche.

10. Josefo, Guerras de los Judíos 2, 161. (160) “Más aún, hay otra orden de los esenios, que coinciden con el resto (de los grupos judíos) respecto a su estilo de vida, y costumbres, y leyes, pero son diferentes de ellos en el punto del matrimonio, pues pensaban que si no se casaban cortarían la parte principal de la vida humana, que es la posibilidad de la sucesión; y que si todos los hombres fueran de la misma opinión, toda la raza humana perecería. (161) Sin embargo, prueban a sus cónyuges tres años; y si encuentran que tienen sus expulsiones naturales tres veces, como pruebas de que serán fecundas, entonces sí se casan con ellas. Pero no acostumbran acompañar a sus esposas cuando tienen bebé, como una demostración que no se casan en consideración al placer, sino por causa de la posteridad”.

 

2.3. Nacimiento virgen en Filón


Debemos examinar una última fuente, la obra de Filón de Alejandría, que vivió en la época de Ieshua y es anterior en varias generaciones a la composición de los relatos evangélicos de infancia. El filósofo judío parece conocer el concepto rabínico de virginidad = incapacidad para concebir, pues crea a su alrededor una interpretación alegórica y compleja del nacimiento de Isaac.


Para Filón, la esterilidad de la mujer que había pasado la edad de ser fecunda equivalía a la virginidad. Así Sara, cuando pasó «de la condición de mujer a la de virgen», con lo cual, según Génesis 18: 11 (Revised Standard Version,) «había dejado de ser... a la manera de las mujeres», concibió el hijo de la promesa, Isaac11. Filón construye entonces una alegoría de Isaac. Inspirándose en el significado de su nombre, Isaac = Risueño, e identificando al niño como hijo de Dios, le describe como «el Isaac que es el risueño de corazón, hijo de Dios» (*12). En otro pasaje alude de modo aún más explícito a la paternidad de Dios:


Abraham ... se regocija y ríe porque va a engendrar a Isaac, la Felicidad; y Sara, que es la Virtud, ríe también... Que la Virtud se regocije siempre, pues cuando ha nacido la Felicidad, dirá orgullosa: «El Señor ha hecho al risueño para mí...» (Génesis 21: 6). En consecuencia, iniciados, abrid vuestros oídos y aceptad las enseñanzas más sagradas: «risueño» es «alegría», y «ha hecho» equivale a «engendrar». Así que lo que se dice equivale a esto: «El Señor engendró a Isaac» (*13).


Debemos recalcar que del mensaje de la Brit Hajadashah se salva el núcleo de lo que se quería transmitir: una intervención divina milagrosa y sobrenatural en la concepción de Ieshua. De ninguna manera estamos negando el elemento sobrenatural en su concepción. La diferencia consiste en la manera de entender esa intervención divina. Hemos dejado la manera griega de concebir la concepción sin concepción de varón para recalcar el milagro, a la manera hebrea de un milagro de Eloha que, sin que deje de concurrir la parte varonil, así como en nuestras patriarcas tuvo el poder de “abrirles” el vientre cuando eran estériles, así tuvo el poder de “abrir” el vientre de una niña que todavía no había llegado al momento de su ovulación natural.


Sería poco científico pretender que, con ayuda de las ideas rabínicas sobre la virginidad indicadas en estas páginas y la interpretación filoniana de la concepción de Isaac, el hijo de Dios, por Sara, virgen, quedaran definitivamente resueltos los problemas de los relatos evangélicos de Mateo y Lucas sobre la infancia de Ieshua. Será útil sin embargo revisar parte del material del que es probable se extraigan las soluciones.

 

11 De posteritate Caini, 134. 12 De mutatione nominum, 131. 13 De legum allegoria 3, 218-19; ver De cherubim 45: «Pues (Moisés) nos muestra a Sara concibiendo en el momento en que Dios la visitó en su soledad; pero cuando ella da a luz no es para el autor de su visitación, sino para... Abraham».

 

El que las genealogías tuvieron una prehistoria lo descubre el estado del propio texto del Nuevo Pacto, pero, aunque no hay ninguna indicación textual similar de una elaboración de las narraciones del nacimiento, el fraseo en que sobreviven resulta curioso y equívoco cuando se analiza detenidamente. Según Mateo, Iosef considera el embarazo de Miriam motivo de divorcio pero, cuando un sueño le convence de lo contrario, acepta a su esposa, aunque evitando todo contacto sexual con ella hasta después del nacimiento del hijo, norma ascética mencionada por Josefo en relación con los esenios casados: (*14)


El no la conoció hasta que tuvo un hijo (*15).


En la versión de Lucas, por el contrario, cuando el ángel le dice que concebirá y dará a luz al futuro Mesías, Miriam pregunta:


«¿Cómo puede ser eso si no conozco a ningún hombre?» (*16)


En labios de una muchacha a la que se dice prometida (lo que en la antigua ley judía implicaba que era una menor (*17) esperando el momento biológico adecuado para cambiar a la condición de esposa) estas Palabras podrían Parafrasearse así: «¿Cómo puede ser eso, si aún no he comenzado a menstruar? ¿Debo casarme aunque parezca que aún no estoy preparada?» A lo que el ángel responde con la información de que su prima, que había pasado ya la menopausia y volvía a ser, técnicamente, «virgen», había concebido también, lo que implicaba que una cosa no era más imposible que la otra:


«Tu parienta Isabel, en su vejez, ha concebido también un hijo; y es ya el sexto mes de aquélla a la que llamaban estéril. Pues para Dios nada hay imposible» (*18).


Para terminar, la única conclusión razonable que aparentemente surge es que los primitivos intérpretes de la tradición original interpretaron la historia de Ieshua y de su madre virgen remitiendo su origen a los nacimientos legendarios de héroes como Isaac, Jacob y Samuel, cuyos padres, aunque titulares de la responsabilidad de su concepción, tuvieron hijos gracias a una intervención divina que suplió la incapacidad de sus mujeres.


El que el cristianismo primitivo pasase de esta alternativa de fe en la mediación divina a la creencia totalmente nueva de un acto de fecundación divina, con la consecuencia del nacimiento de un Dios-hombre, pertenece por supuesto a la psicología de la religión más que a su historia.

 

14 Ver más atrás, p. 236. 15 Mateo 1: 18-25 (RSV). Adviértase que la versión sinaítica del Antiguo Evangelio Siriaco, que en Mateo 1:16 (T A) dice «José... engendró a Yeshua», traduce Mateo 1:25 «El no la conoció hasta que le dio un hijo». 16 Lucas 1:34. 17 mKid. 2:1, da como terminus ante quem de una joven para comprometerse en matrimonio la edad de doce años, seis meses y un día. 18 Lucas 1:36-7 (RSV).

 

3. Algunos puntos de aclaración de los textos actuales según estos puntos de vista


Lo que viene tiene por objeto tratar de entender los textos actuales que tenemos sobre el nacimiento de Ieshua a la luz de las ideas que hemos expuesto. Aunque unos textos se pueden reinterpretar, otros no. Se precisa, por tanto, de análisis textual, cuya herramienta no disponemos mientras no aparezcan textos más antiguos que los que actualmente disponemos.


1. La frase de Miriam “¿Cómo será eso pues no conozco varón?” no se ha de entender que Miriam al momento de concebir no hubiese tenido relación con su desposado, sino “¿cómo será posible relacionarme con mi desposado pues todavía no he menstruado?”. El ángel lo que le dice es: No se preocupe, hagan nesuim (consumen matrimonio) que el poder de Hashem vendrá sobre ti, es decir, como para HaShem no hay nada imposible, para él no es imposible hacer que se adelante a lo normal tu tiempo de ovular”. Recordemos que estaban desposados (erusim) solo faltaba la consumación del matrimonio (nesuim) porque Miriam era una na’arah que no había tenido su primera menstruación.


2. Pero ¿no habría habido fornicación entre ambos, pues no estaban casados sino desposados? Estar desposados significaba que legalmente ya eran esposos, tan así que para romper un desposorio, solo podía ser mediante un get, es decir, una carta de divorcio. El nesuin (la consumación matrimonial) podía llegar de varias maneras, o por haberse cumplido la fecha que el padre del novio había establecido para el nesuin, o por decisión del esposo si este era lo suficientemente adulto para sostener a la esposa. Iosef, por los relatos acerca de las decisiones que tuvo que analizar y tomar, nos muestra que era lo suficientemente adulto para tomar sus propias decisiones (ejemplo de tales decisiones fueron: aceptar o rechazar a Miriam, huir a Egipto para salvar la vida del niño, cuándo regresar de Egipto, etc.). Así que él tomó la decisión de consumar el matrimonio cuando Miriam le dijo que obedecieran al ángel.


La ley judía habla de tres maneras de obtener mujer. Una por ketubah (por contrato matrimonial, cuando el padre le concertaba al hijo la desposada), otra por prenda dada por el pretendiente (que o no tenía padre o era un adulto que se proveía por sí mismo) y que era aceptada por la dama y finalmente por relación sexual cuando la chica era virgen no desposada (véase Deu 22:28-29) (*19). Si el último caso, en que no hay erusin sino inmediatamente nesuin, era legalmente aceptado como acto matrimonial, con mayor razón lo es el segundo caso, donde Iosef, por lo que hemos explicado, ya era un desposado que por su autonomía podía fijar o cambiar la fecha del nesuin, lo que hizo por indicación de la desposada y del ángel, porque solo por su devoción, como los esenios, no había consumado el matrimonio porque estaba esperando que su desposada tuviera su primera menstruación.


3. Aunque hemos dicho que Iosef era un jasid, un piadoso, cercano a los esenios que no había hecho nesuin con su desposada sino hasta cuando ella entrase a la pubertad, y que lo hizo solo porque ella le indicó que lo hiciese por orden del ángel de adelantar nesuin aunque ella no hubiera todavía tenido menstruación, ¿por qué, entonces, Iosef duda de la fidelidad de Miriam cuando la ve encinta, si ella le había indicado que adelantaran nesuin por indicación del ángel? Respuesta: Miriam solo le contó la orden del ángel de que hicieran nesuin, mas no le contó que por la consumación matrimonial iba a quedar esperando.


4. Otra dificultad semejante a la anterior. Pero si ambos convinieron en adelantar nesuin, ¿por qué más adelante Iosef dudó de la fidelidad de Miriam que estuvo a punto de repudiarla en secreto? En el judaísmo del segundo templo se tenía la creencia que una mujer si era virgen, en su primera relación conyugal, no quedaba preñada. Así que Iosef concluyó que si Miriam quedó preñada en su primera relación con él, era porque ya anteriormente había tenido relaciones con alguien y, por tanto, que Miriam lo había engañado de que era virgen y, por tanto, que estaba delante de una causal de divorcio. Y, por tanto, que no era creíble la razón que ella le había dado de que hicieran nesuin por indicación de un ángel.


5. Mt 1: 20 y 24 nos habla de que Iosef solo “recibió” a Miriam, es decir, solo hizo nesuin con su mujer después de que ella había concebido y después de que el ángel le explicó en sueños la concepción del niño. Respuesta: se puede explicar que “recibir” aquí no ha de entenderse estrictamente como consumación matrimonial, sino en el sentido de “no repudiar” a Miriam.


6. Mt 1:25 dice: “y no la conoció hasta que dio a su hijo primogénito…”. Sabemos que “conocer a su mujer” es un hebraísmo para indicar tener relación conyugal. Así que este verso estaría indicando que Iosef solo hizo nesuin con Miriam hasta después de que ella dio a luz a Ieshua y no antes cuando concibieron a Yeshua. Respuesta: Puede indicar simplemente que Iosef, como jasid, como piadoso cercano a los esenios, no mantuvo relaciones con su esposa mientras esta estuvoen el proceso de gestación del bebé (*20).


7. En Lucas 2:4-5 se dice que “José subió …con María, su mujer, desposada con él…”. Es decir, si Miriam estaba desposada cuando llegó a Belén para tener el alumbramiento, quiere decir que todavía no había hecho nesuin con Iosef. Respuesta: ¿Cómo puede un varón llevar a su desposada a otra ciudad, si se supone que en el desposorio los novios no llevan todavía una vida juntos? Es decir, para este momento ya estaban casados, habían hecho nesuin, y el texto, por tanto, no es el original. Sin embargo, esta es una hipótesis que ha de probarse con argumentos de crítica textual (*21).


8. Algo semejante se encuentra: Si ambos habían hecho nesuin, ¿cómo explicar Mt 1:18 donde se dice que “estando Miriam desposada, antes de que se juntasen se halló que había concebido”? Este verso dice claramente que Miriam concibió estando en erusin, no en nesuin, e incluso dice “antes de que se juntasen”, es decir, que Miriam había concebido antes de que hiciesen nesuin. Respuesta: Hicieron el acto de nesuín (de consumación matrimonial) por mandato del ángel a Miriam, antes de que conviviesen juntos. Sin embargo, debo repetir lo del punto anterior: esta es una hipótesis que ha de probarse con argumentos de crítica textual.

 

19 Mishnah Qidushin 1:1 dice así: “A la mujer se la puede conseguir de tres maneras… Se adquiere con dinero (que le entrega el hombre al pronunciar la fórmula de los esponsales), por documento y por la unión sexual (con vistas al matrimonio)…”

20 En este sentido lo expresa el Código Real de Daniel Hayyim: “Al despertarse Yosef del sueño, hizo lo que el Eterno le había instruido por medio de su mensajero celestial y trajo a Miriam a su casa como esposa, pero se abstuvo de tener relaciones íntimas con ella hasta después que dio a luz su hijo…” 21 El Código Real de Daniel Hayyin lo presenta en una forma más semejante a nuestra hipótesis, así: “a fin de censarse junto con Miryam, su esposa, dada a él en matrimonio, la cual estaba embarazada”

 








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